miércoles, 9 de octubre de 2013

Quico y Paco y las cacas

Quico era un perrito que siempre se portaba bien. Cuando salía a la calle y hacía caca, siempre esperaba que su mamá las recogiese para tirarlas en su sitio.
Sin embargo, Paco siempre salía corriendo y le daba igual todo. A su mamá apenas le daba tiempo a recoger.
La mamá de Quico y Paco siempre les decía que no había que dejar las cacas en la calle, pues alguien las podía pisar y resbalarse o untarse los zapatos.
Un día, Paco hizo caca en la calle y salió corriendo. Su mamá le pidió que volviese a esperar a que la recogiera, pero no hizo caso. Entonces, la mamá de Quico y Paco decidió seguir el paseo con los dos sin decir nada y dejar la caca allí.
A la vuelta, Paco iba muy contento sin fijarse en nada. Quico fue más cuidadoso. Paco no se dio cuenta y pisó su propia caca y cayó al suelo. Se puso muy triste y estuvo llorando un rato.
Al final, su mamá le calmó, le acunó y le limpió la caca de la pata. Y Paco ya siempre fue mucho más tranquilo y cuidadoso cuando hacía caca en la calle, pues entendió los problemas que esta puede ocasionar a los demás.

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