martes, 17 de septiembre de 2013

Quico y Paco en la calle

A Quico le gustaba mucho jugar. Si por el fuera, siempre estaría en la calle.
Sin embargo, Paco, que también disfrutaba mucho jugando, prefería hacerlo dentro de casa.
Así, Quico y Paco nunca se ponían de acuerdo. Uno siempre quería salir. El otro siempre quería quedarse. Y se acaban enfadando.
Un día, su mamá les dijo:
- Quico, quédate un ratito con Paco aquí dentro y juega con él.
A Quico no le gustó mucho la idea, pero al final, a regañadientes, lo hizo, y al final se divirtió. Luego, quiso salir a la calle a jugar una vez hubieron terminado de jugar dentro de casa. Pero Paco no quería. Entonces, su mamá les dijo:
- Paco, Quico se ha quedado dentro a jugar contigo. Ahora, sal tú un ratito a la calle con él.
A Paco no le gustó la idea, pero al final lo hizo, y también se divirtió.
Al final del día, su mamá les dijo a los dos:
- ¿Véis? Habéis jugado los dos un ratito fuera y otro dentro. Lo habéis pasado bien y os habéis divertido.
Y Quico y Paco se dieron cuenta de ello y ya no se volvieron a enfadar por jugar dentro o fuera.

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